Los centros literarios de los colegios, como complemento en el desarrollo de los programas de Español y Literatura, siempre han logrado buenos resultados en la orientación de los estudiantes y en su producción literaria. Estos semilleros de escritores, escritoras y artistas de la lengua, son de gran ayuda a los estudiantes para superar el miedo a escribir, enfrentar el pánico de la hoja en blanco y decir cosas sin temor. Esta actividad nos enseña que solamente es escritor o escritora quien muestra sus escritos, periodista quien enfrenta el mundo de la historia diaria para entregarla en crónicas, noticias y palabras y artista quien muestra su obra de arte, ante su personal complacencia.
Los noveles escritores y escritoras de los colegios siempre se han caracterizado por el auxilio oportuno que prestan a sus compañeros y compañeras en la elaboración del discurso para todo evento, las “cartas de amor y de las otras” o el breve mensaje para una novia, un novio, y la palabra maquillada en la tarjeta o el verso para mayor “descreste” de los enamorados de turno.
Regularmente se pierde el rastro de aquellos poetas que logramos admirar como compañeros de aula. Al recordarlos hacemos memoria de esos momentos felices de los veinte años, cuando la vida era difícil pero la esperanza y el amor juvenil se tasaban en palabras y versos.
DESESPERACIÓN
Adiela
Tu amor es para mí como un oasis lejano, al que nunca llegaré yo en mi amargura,
pues tu mano nunca se posará en mi mano y en ti no encontraré un algo de ternura.
Imposible será querer sentirte mío, si ya otro cariño a tu alma llegó,
y sólo hasta mi alma llegará el hastío, pues nunca volverá a ella otra ilusión.
Quisiera no recordarlo y echarlo al olvido, imaginarme que nunca en mi vida existió,
pero este amor se mantiene con mucho más brío, y cada día es un tormento para mi corazón.
INCERTIDUMBRE
Diego Piedrahita Castaño
Si ella encendió este amor que me devora y me hiere y consume sin clemencia,
¿por qué en las noches de terrible ausencia, ella es la imagen más consoladora?
Si ella fue la ilusión de última hora y de sus labios brotó la cruel sentencia,
¿por qué cuando percibo su presencia sufre en silencio el alma que la añora?
¿Será talvez porque la tuve un día y en horas incontables de alegría
le dí mis besos con afán sincero? O porque aún recuerdo lo pasado
y olvidarla en mi vida he deseado, pero inútil luchar porque la quiero.
GOLONDRINA
Sonia Pachón Fernández
Igual que la golondrina cantaré mi canto y pensaré que mi voz la lleva el viento,
vagará perdida entre mi propio acento, y el aire sólo enjugará su llanto.
Igual que la golondrina, cantaré mi llanto, y como brisa se irá mi pensamiento,
la noche cubrirá mi amargo sentimiento sin llevar en la oscuridad mi desencanto.
En las tinieblas quedaré existiendo será un trino mi voz que va muriendo,
como muere la noche en la mañana. Igual que ayer resonará mi melodía,
como la golondrina anuncia verano en la alborada volviendo a renacer su mística alegría.
TOMA EL RETRATO
Jairo Castro Eusse
Toma el retrato que me diste un día como testigo fiel de tus amores,
el conoció los goces y dolores que por ti padecí, amada mía.
El conoció mis gestos de alegría al contemplar tus ojos tentadores
y admirar en tus labios seductores una tierna sonrisa que reía.
El fue testigo del amor sentido que me llevó a los tronos de la gloria
para luego arrojarme al del olvido. Toma el que un día me robó la calma.
Sepúltalo en tu cofre de memorias que yo lo inhumaré dentro del alma.
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