lunes, 5 de diciembre de 2011

FAMILIA ESCUELA

Aprender es una de las maneras de acercarse en forma acertada a la realidad, para comprenderla y actuar de acuerdo con sus exigencias.

Los aprendizajes se inician en el seno de la familia, donde se recibe la información más importante que será utilizada en el transcurso de la vida. Bien o mal de estos estadios iniciales depende el acumulado de normas, conocimientos, principios, exigencias y autovaloraciones determinantes de los comportamientos, en los espacios en los cuales corresponderá actuar en lo futuro.

Desde esta perspectiva, todo aprendizaje debe estar determinado por la armonía, la comodidad, la alegría, la aceptación, la participación y la apertura al cambio. 

Por su lado el llanto y las pataletas activan el miedo  y las frustraciones,  bloquean cualquier aprendizaje; no se escucha y la comprensión cierra las posibilidades que puede ofrecer la comunicación.

Los aprendizajes en el hogar se inician con el acatamiento de normas elementales que se deben construir desde el amor y el buen trato. Debe existir el convencimiento de las bondades de estas aceptaciones, descartando de hecho las imposiciones de fuerza.

Del ordenamiento de los aprendizajes dirigidos en el hogar surge la autodisciplina que regula el comportamiento personal y el comportamiento social.

La disciplina debe construirse desde la orientación hacia la autoformación en correspondencia con factores básicos de supervivencia, participación, colaboración, tolerancia, respeto y reconocimiento del otro.

El hogar es una comunidad base donde se debe fomentar la cultura del buen trato, desde la cual se  desprenden los deberes, simultáneamente con los derechos. Los resultados de estos aprendizajes pretenden obtener adecuados comportamientos para una mejor calidad de vida. El núcleo familiar debe tener la paciencia y la tolerancia debidas para obtener estos logros.

El autoritarismo extremo como la carencia de amor y la permisividad como el excesivo amor, son altamente nocivos en la orientación de los aprendizajes si se esperan obtener comportamientos adecuados y respuestas coherentes para las diferentes encrucijadas de la vida.

Debe buscarse como medida aceptable, un punto medio ubicado en la categoría “amor con control”.

Como consecuencia de los desajustes en los aprendizajes de la primera infancia, algunos comportamientos no contribuyen a la convivencia, en el medio escolar. En esta forma se pueden tornar dificultosas las exigencias en cuanto la puntualidad, el cumplimiento con los deberes y el respeto al otro, al que espera.

Todo aprendizaje es una carta de presentación para la vida y su uso depende de las exigencias de cada momento.

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