viernes, 23 de diciembre de 2011

EL NOMBRE ES UN MANDATO


El nombre posee una especial vibración en quien lo lleva y encierra muchos secretos, exigencias y misterios. Al escudriñarlo se encontrará que este no es producto del azar sino de un estado especial del ánimo y de los recónditos compromisos consigo mismo y con la vida de quien lo escogió; revise si su nombre tiene alguna correspondencia con su trabajo, su vocación o la actitud que usted asume frente a la vida y ¡sonría!

En el momento de nacer se reciben tantas responsabilidades que si el paciente fuera avisado sobre los berenjenales en los cuales lo van a meter, regresaría, si fuera posible, al mundo de la nada. El recién nacido llega a vivir al mundo de los determinismos donde todo está definido de antemano. Los mandatos arrancan con una pareja, que por cualquier razón universal se ve avocada a engendrar y aceptar un hijo fruto del amor, la obligación, el descuido, la ignorancia, la imprevisión u otra situación. Padres que proceden de familias con patrones genéticos y culturales diferentes, poseedores de la información correspondiente a dos historias incrustadas en el tiempo que se van a resumir en una: equipaje de viaje que se entrega al nuevo ciudadano del mundo. El recién nacido asume como propio el lugar de su nacimiento, familia, costumbres, hábitos, taras creencias y compromisos. 

El reconocimiento como persona se logra desde el apellido y el nombre: marca de fábrica. Los apellidos informan acerca de la procedencia y en muchos casos sobre la actividad familiar y las características personales del padre o de las actividades particulares del núcleo de población al cual pertenece. Muchos pueblos se designan de acuerdo con características relevantes, como  cuyabros, azucenos, cotudos, sordos, biscos, rolos, paisas, patirrajaos, pastusos, toches; pastusos ingenuos, marinillos poco inteligentes, paisas negociantes y santandereanos malgeniados.

 El apellido es importante para la genealogía, en los estudios del origen familiar. Si se considera que nombres y apellidos son un mandato, ¿qué papel deben asumir los encargados de llevar los apellidos Vaca, Toro, Ternera, Cordero, Ardilla, Lora, Gallo, Pulga, Pájaro; Cosa, Mesa, Botello, Arenas, Ríos, Puerta, Flores. Barriga, Ladrón, Virgen, Santos, Feo, Franco, Fo?

 El nombre reaviva el recuerdo de alguien, es semejante a una orden velada y tiene repercusiones en el ámbito familiar y social. Con el nombre se asume el mandato, la carga, la responsabilidad que obliga: reemplazo del muerto, del padre, la madre, la tía, el abuelo, la abuela, recuerdo de la novia lejana, el novio perdido. Los nombres compuestos, parecen recordar  los deseos no satisfechos de los hijos que se quiso tener.  Las dificultades con el nombre obedecen a la imposición inconsulta ante el compromiso de los padres o la necesidad de perpetuar un reconocimiento que no se ha tenido, marca directa que incita a responder de acuerdo con el mandato, semejante a quien se reemplaza; también el anhelo de que posea las virtudes del santo, la fuerza del guerrero o la inteligencia del sabio.

Llamarse José, María, Jesús o como uno de los santos y mártires del santoral católico, es de antemano una indicación de los patrones morales que supuestamente se deben asumir. Llamarse como el padre, indica la necesidad  de perpetuar la autoridad y asumir un reemplazo como padre y esposo cuando llegue la hora. En los nombres compuestos se puede ubicar el nombre o mandato de la persona, más la carga adicional del ausente, para lo cual se recurre a cambio de género en uno de los nombres. La marca de los nombres vienen con su imposición: Segundo, Dolores, Martirio, Felicidad, Soledad, Campo, Silvestre, Salvador, María de los Ángeles, Pureza, Esperanza, Consuelo, Amparo, Virgen, Piedad. Brígida. Lesbia, Resurrección, Encarnación, Asunción, Ascención. Dora es regalo, Dolly muñequita, Libia desierto, Ruby, joya, Claudia es coja y Mónica, sola.  Nombres de corte unisex como Karol, Ferney, Venus. Las flores: Flor, Rosa, Azucena, Jazmín, Hortensia, Rosalba, Margarita, Margarito, Miosotis, Amapola, Clavel, Flor Silvestre.

En muchos casos se lleva un nombre al cual se quiere renunciar, cuando se es víctima de burlas o implica dar innecesarias explicaciones sobre su origen. En algunos casos se esconde el nombre legal y se adopta el que se desea asumir. Algunos nombres y apellidos generan problemas al conservarlos;  son cambiados por razones de seguridad o para evitar el escarnio público. Los apodos tienen una connotación tan importante como el nombre y pueden ser impuestos o autodeterminados. Los pseudónimos son nombres que se adoptan para ubicarse en el anonimato, nombres de combate de personajes importantes de la historia, la literatura y la política. Llamarse como otro: homónimo; crea grandes conflictos frente a la ley cuando uno de los nominados tiene cuentas con la justicia.

Su nombre tiene una historia y una orden tácita para comportarse y vivir. Si lo asume, cumple con el mandato determinado por quien lo impuso, si no lo asume haga lo que considere pertinente… en las notarías le pueden colaborar.

Usted puede estar de acuerdo con estas apreciaciones, asunto que nos agrada; si no lo está, resígnese y ¡pásela por inocente!

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