A pesar de que la noticia ha sido difundida por todos los medios, no sobra repetir lo esencial para aquellos estudiantes de atención dispersa, los que faltaron a clase y los que llegaron tarde, que solamente cogen terminales. La repetición como tal; en este caso, un breve resumen; hace parte del acto pedagógico y eso es lo que se pretende hacer en este momento.
El asunto consiste en que la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA (RAE) a partir del día primero de Enero de 2012, resolvió hacer algunos ajustes importantes en aspectos inherentes al alfabeto y algunas normas gramaticales, partiendo de la ley general que establece para todos los efectos, la importancia de reconocer la afinidad entre el abecedario y su sistema fonológico:
-. “El alfabeto queda conformado por 27 letras: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.
-. Dejarán de ser una sola letra, los dígrafos “ch”, “ll” vigentes desde 1803.
-. Conservarán su denominación de “b” (be), “y” (ye), “i” (i), “v” (uve) y la “w” (uve doble) tradicionalmente llamada “doble uve”.
-. Se escribirán sin tilde, la conjunción disyuntiva “o”; el adverbio “solo” y los pronombres “este”, “ese” y “aquel”. También las palabras “Sion”, “guion”, “hui”, “fie”.
-. Se escribirán con minúscula los términos genéricos que se anteponen a nombres propios y las palabras “papa”, “su santidad”, “don”, “doña”, “fray”, “santo”, “san”, “excelencia”, “señoría”, “sor”, “vuestra merced”.
-. Los extranjerismos se escribirán de acuerdo con las formas adaptadas al español. En otro caso se escribirán en cursiva o entre comillas.
-. Los prefijos no se separarán de la palabra que los precede. Solamente lo harán en expresiones compuestas.
-. Se escribirá “cuorum”, “Catar”, “Iraq” y “Chaikovski”.
-. Se admite la mayúscula inicial en los tratamientos protocolarios de altas dignidades. Se utilizará mayúscula inicial para los personajes de ficción y nombres comunes. -. Se pueden utilizar las palabras güiski y wiski.” Algunas cosas quedan pendientes en la tarea unificada de las veintidós academias de la lengua cuyas decisiones afectan a una población aproximada de cuatrocientos millones de hablantes. Esta misión corresponde a los nuevos estudios en el uso de la “h”, la “g”, la “j”, la “k”, la “ñ”, la “x” y la “w”. Los grupos “qu” y “gu” ante las vocales e, i. El uso de los signos de puntuación y el manejo de algunos verbos irregulares. El conflicto entre “poner” y “colocar”; así como la necesaria claridad para el manejo de la ortografía. Los problemas de anglicismos, galicismos y el sincretismo que se va presentando con las lenguas regionales y de frontera. El uso de americanismos y la realidad de una ortografía panhispánica. La revisión y adaptación de los arcaísmos y provincialismos, aún en uso. Para tal cobertura, es claro que la lengua española presenta infinidad de problemas a los cuales deben dar solución oportuna, a partir de la sapiencia de los académicos, apoyados en los tres criterios universales de toda lengua: la pronunciación, la etimología y el uso, acatando la dinámica inherente a toda lengua. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario