martes, 24 de abril de 2012



ORACIÓN A MIS MAESTROS…

Bendice Señor a la Maestra
que me enseñó a leer de corrido
y a escribir sin errores de ortografía.
A jugar con las palabras para lograr, un día,
construir un saludo a su recuerdo.
Bendícela porque por ella supe que "amor" se escribe sin hache
y que la ternura es un espacio en el corazón de todos los seres
 y de todas las cosas.

Bendice Señor a mi Maestro de Matemáticas…
El hacía un gran esfuerzo para que comprendiera
su lenguaje esotérico de signos y confusiones.
Cuídalo por siempre,
 porque por su intención aprendí a tolerar mis frustraciones
y a comprender que todas las cosas que deseo lograr
pueden estar también señaladas por la dificultad,
el misterio y el desencanto.

Bendice también a quien me enseñó a leer la naturaleza…
a reconocer el río y la creciente, el prado, la montaña y el cielo.
A contemplar los puntos cardinales en las estrellas.
A disfrutar de la lluvia, el viento, el arroyo, el calor y el frío.
A mirar con asombro la fuerza de la tormenta,
el zigzaguear del rayo
y el majestuoso trepidar del trueno.
El me llevó a comprender que el universo
cuenta con nosotros como parte de todas sus esencias.

Bendice Señor a mi Maestro de Geografía…
Con él aprendí que las coordenadas del mundo son similares a las coordenadas del alma.
Que somos parte del universo, "polvo de las estrellas".
Que los pueblos son puntos en los mapas,
que los ríos son hilos de color azul
y los mares son manchas igualmente azules
donde existe un espacio para todos los barcos, todos los piratas,
todos los navegantes, todos los naufragios, todos los sueños,
todos los continentes conocidos
y todas las cartas de navegación escritas y por escribirse.
Por mi Maestro de Geografía logré diferenciar
el Polo Norte de la Patagonia, los  Alpes de las Islas Vírgenes,
la Cordillera de los Andes del Río Orinoco
y la aurora boreal de los vientos alisios.

Bendice  al Maestro de Historia…
con quien entendí que la guerra siempre ha marcado
los caminos de la ambición y el desamparo.
Que los pueblos que no tienen cadenas se las buscan;
que los héroes siempre ganan las batallas
porque los perdedores no merecen pedestales.
Bendícelo Señor,
porque por él comprendí que los poderosos perpetúan su poder
sobre la pobreza y que la ignorancia
es aliada de la flaqueza y la desesperanza.
El me enseñó también, que la paz es la búsqueda eterna del amor
que nace en el abrazo y se reparte en fe,
reconocimiento y respeto hacia el otro:
mi compañero de viaje por los caminos de la vida.

Bendice Señor a mi Maestro de Religión…
que te dejó perdido en un misterio que termino sin comprender.
Así entendí finalmente, con los antepasados
que eres luz y eternidad con el sol, la luna y la tierra
como fuentes de vida y esperanza.

Bendice Señor de la misma manera
a quienes me enseñaron a descubrir los misterios
de mi comportamiento… a viajar al interior de los procesos mentales
y a acompañar a otros en la búsqueda permanente de su identidad
por los indescriptibles  laberintos de su inconsciente.
Bendice Señor a todos los Maestros y Maestras…
facilítales su tarea, bríndales el regocijo del logro
con el éxito de sus estudiantes en sus proyectos de vida
y la felicidad encontrada en la construcción de un mundo más humano  en los encuentros con la esperanza y la paz.

PRIMER PREMIO: Concurso Educativo "Reinaldo Arroyave Lopera 2002- Gracias Maestro". Categoría Adultos. Auspiciado por CEPAS - Corporación para la Educación Permanente de la Familia y COMFENALCO Antioquia. Medellín, 

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