martes, 24 de abril de 2012



“EL CUARTO PODER SOY YO”

El periodismo regional en la segunda mitad del siglo XX, fue abundante en nombres  que marcaron su huella en la vida de la ciudad, el departamento, la región y el país. Entre este grupo de trabajadores de la palabra, la noticia, el comentario radial y el texto escrito de cada día, se recuerdan en Manizales a  Mario Escobar Ortíz y Jairo Castro Eusse; y en Pereira, a Hernán Castaño Hincapié, Miguel Alvarez de los Ríos,  Silvio Girón Gaviria, Orlando Cataño Céspedes, Luis Alberto Ruiz Peñuela y César Augusto López Arias.
Así como la noticia es la vida, fruto de la interacción entre los seres de la naturaleza en sus diferentes momentos de desempeño,  el testigo de la noticia es el contador del fenómeno, el narrador, el cronista, el periodista que lleva a otros con su palabra oral o escrita la descripción del suceso.
Por todas estas razones, la noticia hace al periodista y lo pule para que sea el testigo sin excepción de la historia de su tiempo.
Esta introducción al tema relacionado con la prensa como cuarto poder y la incidencia del ser humano como comunicador ante el medio social, confluye hacia el trabajo presentado por Édison Marulanda Peña: “El cuarto poder soy yo” – Vida y final de César Augusto López Arias – (2011)- ; en el cual se describe con un estilo ameno y sin mayores rebusques, la semblanza de un periodista y del periodismo, en nuestro medio.
César Augusto López Arias fue un niño campesino nacido en la vereda Boquía – antes del puente sobre el río Quindío, en la vía a Salento – Es posible que haya corrido la suerte de todo niño colombiano carente de recursos, en el seno de una familia de campesinos asalariados; de verse desde temprana edad cara a cara con la vida.  Con los estudios de bachillerato sin concluir, llegó a Pereira y resolvió hacer camino en diferentes ocupaciones. De la mano de Miguel Alvarez de los Ríos se proyectó  hacia la tarea difícil, de hacer periodismo… su misión. 
En un espacio de la historia de Colombia determinado por la parcialidad de la prensa con los partidos políticos, en la izquierda, la derecha y el centro, como lo manifiesta Édison Marulanda, se generaron las condiciones de formación y evolución de nuestro controvertido personaje, dueño de un lenguaje tan directo y sin remilgos, como asequible y conciliador. Así logró tener muchos amigos y a la vez ganar muchos enemigos; sin embargo en el fondo la lucha continua, era consigo mismo:   “… Yo rodaba en mi oficio aquí y allá, dando tumbos sin concierto…”
Muchos años después, cuando la situación era distinta y había aprendido lo suficiente de una vida llena de sobresaltos; resolvió terminar su bachillerato y hacer una carrera;  y… ¡se le vino el mundo encima! No era posible,  decían sus contradictores, que instituciones de tanto prestigio se prestaran para tal evento. Los enemigos empezaron a aprovechar cualquier espacio de debilidad.
Cumplido su sueño académico, llegó a ser elemento clave en la administración de la universidad que lo graduó de Abogado. Allí mismo, una lluviosa noche de Marzo de 1979, a la entrada del  claustro, encontró la muerte…
Sin buscarlo, en forma por demás repentina, se transformó en protagonista de su propia noticia.
César Augusto López Arias sintetizó el fruto de su esfuerzo: “Nadie se realiza plenamente sin la presencia tangible del amor. En mí fue una búsqueda por lo menos tan desesperada como la búsqueda de mi propio destino…”
El ser humano que nos presenta Édison Marulanda Peña, tiene los mismos componentes de cualquier ciudadano del común: generador de amores y malquerencias, altamente competidor, formado a bandazos, intuitivo y sagaz y que solamente supo aprovechar su cuarto de hora en los espacios “del cuarto poder”.

-       REFERENTE BIBLIOGRÁFICO: MARULANDA PEÑA, Edison.- “El cuarto poder soy to” – Vida y final del periodista César Augusto López Arias.- Universidad Libre. Colombia. Cátedra Pereira.- 2011.
 -NLA-

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