martes, 8 de mayo de 2012


TEST  DE REFLEXIÓN, PARA PADRES REMISOS

“El niño no es un adulto en miniatura”

Cuando los niños viven una infancia sin la debida orientación, en la adolescencia y en la adultez van a tener serias dificultades. Regularmente se cosecha lo que se siembra porque somos el resultado de la acuciosidad con la cual madres y padres han asumido la tarea, no fácil, de una adecuada formación. El siguiente test ha sido elaborado para que usted como padre o como madre, reflexiones y evalúe su particular situación y trate de aplicar a tiempo, algunos correctivos que pueden beneficiar a todos:

¿Usted ha procurado que su niño viva la infancia que le corresponde?

¿Ha pensado que ese niño será un  adulto que merece una vida plena y sin dificultades? 

¿Quiere evitar que su hijo tenga dificultades en el porvenir?

¿Dentro del respeto a los derechos del niño, usted evita darle privilegios propios de los adultos?

¿Usted pretende sanar sus culpas desde la saturación de compensaciones?

¿Permanentemente está relevando al niño de sus esfuerzos y deberes?

 ¿Permite que se levante por sus propios medios, cuando se cae o golpea levemente?

¿Ha dejado que su hijo crezca  y no lo trata como a un bebé? 

¿Viene evitando el ritmo normal del desarrollo de su niño, tratando de desconocer que la infancia es una etapa que se necesita superar?

¿Permite que su hijo viva en ese limbo en el que se gozan simultáneamente las ventajas de los menores y de los mayores? 

¿A sus hijos adultos los trata como a bebés?

¿Procura que los niños tengan sus propios espacios y que no duerman en la alcoba de los padres o acompañados de parientes adultos como tíos, tías, abuelos o amigos de confianza?

¿La edad en la que se encuentran los hijos es la adecuada para entrar en el mundo de la exigencia de ropa de marca y vestir como mayores?

¿Hasta qué edad lo va ayudar a vestirse y amarrarse los zapatos?

¿Permite que su niño vea programas o asista a espectáculos para adultos?

¿Su niño baila salsa en las fiestas infantiles? 

¿Su niño asiste a “bluyinadas”, “empiyamadas” y “after party”?

¿A la edad que tiene, usted contesta, cuando a él se le interroga? 

¿Le recuerda que debe lavarse los dientes y que diga “Hasta mañana”, antes de acostarse?

¿Le recuerda con insistencia que debe saludar?

¿Su niño de más de 20 años todavía vive con los padres con todos los gastos pagos, va a discotecas donde le sirven el trago que quiera y los fines de semana duerme con la novia?

¿Su niño es consentido como un nene y atendido como si fuera jefe de hogar con un poder y un estatus superiores? 

¿Usted cree que el tipo de crianza que está dando a su niño es altamente contradictoria?

¿Cree que su hijo puede llegar a la mayoría de edad sin la debida  claridad sobre su identidad? 

¿Independiente de usted, su hijo sabe qué quiere y para dónde va? 

¿Si ha crecido como niño, sabe quién es?

¿Su hijo menor, ha sido tratado como un niño? 

¿En la mayoría de edad su hijo se comportará como una persona adulta...

¿Pensándolo bien, usted cree que su hijo ha madurado biche, porque ha crecido bajo condiciones de adulto?

¿Ha observado que el proceso normal de maduración de su niño, se ha estancado? 

¿Observa que la estructura corporal es la de una persona de cuerpo de grande y mente y corazón de chico?

¿Cuando le ha dado demasiadas libertades, cómo responde cuando trata de frenar sus excesos? 

¿Su niño atiende sus insinuaciones y acepta sus sugerencias?

Lectura recomendada, Diana Marulanda: “De niños sin infancia a adultos sin identidad.
-NLA-

No hay comentarios:

Publicar un comentario