EL PSICÓLOGO
NOVIEMBRE 2001
“Un mago puede convertir
el temor en alegría, la frustración en realización.
Un mago puede convertir lo
temporal en eterno.
Un mago puede llevarnos
más allá de nuestra limitaciones hacia lo ilimitado”.
El
psicólogo se forma en la escuela del mago. No es su especialidad la de la
magia, pero busca los espacios de la transformación a semejanza de los
alquimistas, que pretenden convertir a los seres humanos en oro. Convertir las
cualidades inferiores de temor, ignorancia, odio y vergüenza en lo más
precioso: el amor y la realización; el camino hacia el encuentro consigo mismo,
la esencia de la libertad.
“Hay un mago dentro de
cada uno de nosotros
-un mago que lo ve y lo
sabe todo…-
La esencia de la magia es la
transformación.
Cuando
encontramos la verdadera razón de la vida, la determinante presencia de los
seres y nuestra incidencia en las relaciones mutuas en tiempo y espacio, se
comprende la paciencia del trabajo de la hormiga, el canto anual de la cigarra,
la importancia de la rosa (como en la canción francesa de antes), el vibrar
interminable de la estrella y el paso nuestro por los espacios eternos del
universo. Somos esa parte pensante, única para nuestro entorno pero en lo
elemental, maravillosa.
“El mago está más allá de
los contrarios de luz y oscuridad,
bien y mal, placer y
dolor.
Todo lo que el mago ve
tiene sus raíces en el mundo invisible.
La naturaleza refleja los
estados de ánimo del mago.
El cuerpo y la mente
podrán dormir.
Pero el mago vela
permanentemente.
El mago posee el secreto
de la inmortalidad”
Cumplidos
los propósitos, sacudidos por la propia realidad, se descubre que somos “hijos
de lo milagroso”. La vivencia de la realidad profunda permanece en nosotros y “eclipsada
demasiado tiempo”.
“La magia sólo podrá
retornar con el regreso de la inocencia”
TEXTO RECOMENDADO: Deepak Chopra. “El sendero
del mago”
-NLA-
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